Argentina, tierra de amor y venganza: la lucha de Bruno para reencontrarse con Lucía


Todo parecía viento en popa entre Bruno (Albert Baró) y Lucía (Delfina Chaves), hasta que el joven español descubrió que el hermano de su amada fue el responsable de matar a su hermana. Convencido de que la muchacha escondía el crimen, decidió romper el compromiso. Pero en el último episodio la verdad salió a la luz.

La única que realmente sabía el homicidio que cometió Gabriel (Federico Salles) es su madre, Libertad ( Virginia Innocenti ). Ella procuró esconder siempre el delito de su hijo y, para ello, contó incluso con la complicidad de Torcuato ( Benjamín Vicuña ). En una discusión que mantuvieron madre e hijo, mencionaron ese episodio sin saber que a escondidas, Lidia (Minerva Casero) y Gallo (Matías Mayer) escucharon todo. El joven uruguayo rápidamente se fue para contarle a Bruno que Lucía nunca supo la verdad, mientras que el destino de Lidia fue muy distinto. Libertad sabía que, si esa historia llegaba a oídos de Lucía, el casamiento quedaría trunco y, por eso, no dudó en encerrar a su hija menor en una habitación para que no le contara la verdad a la futura esposa de Torcuato.

Mientras tanto, Gallo se encontró con el español y le contó lo que descubrió. Bruno decidió ir a buscar a Lucía para pedirle perdón, pero la boda ya estaba en marcha. La joven, por su parte, estaba probándose su vestido de novia ante la feliz mirada de su madre. Lucía y Libertad, acostumbradas a las discusiones, tuvieron un diálogo más cercano y ella le preguntó qué sucedería si se arrepiente de la decisión que está por tomar. La mujer, obsesionada con la plata, solo le respondió: "Nunca se sabe cómo va a resultar un matrimonio, eso es puro azar. Pero si tu marido tiene dinero y además es generoso, es mucho mejor".

Todo parecía indicar que la boda se realizaría sí o sí, pero Bruno no bajó los brazos. Decidido a recuperar a la mujer que ama, entró en la mansión Morel, descubrió que Lidia fue encerrada y, de ese modo, dedujo el perverso plan de Libertad. El joven español sabía que no podía ingresar a la Iglesia en la que se iba a celebrar el casamiento y, por eso, recurrió a una última idea desesperada: pedirle a Aldo ( Gonzalo Heredia ) que lo ayudara a entrar, pero a él esa idea no lo entusiasmó. Entonces, Brunos se quedó solo, aunque con la convicción de que, con o sin ayuda, vería a su exprometida para intentar arreglar las cosas.

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